En la provincia de Córdoba, algo más de 1.600.000 toneladas de maíz y de soja que, en la intención inicial del productor estaban destinadas a cosecha de grano para comercializar, pasarán a forraje y tendrán que ser utilizados en alimentación en actividades ganaderas. Esta, es otra de las consecuencias de la sequía aunque cabría considerar que no representarán una pérdida total pues los cultivos podrán tener otro destino.
Si se computa el maíz silero más el maíz para grano al que deberá reasignársele su destino, se arriba a un volumen que será un 80% superior al disponible el año pasado.
El cálculo fue realizado por el Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, que estimó que casi 240.000 hectáreas que estaban sembradas con maíz para cosecha deberán ser destinadas a forrajes: equivalen a 1.387.000 toneladas de cereal.
En el caso de la soja, 121.000 hectáreas que eran para cosecha de grano, por sus condiciones, deberán ser utilizadas como forraje: equivalen a 233.000 toneladas.
La información fue brindada a través de dos gráficos que se reproducen a continuación.
