jueves, 28 de marzo de 2024
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Sojas y trigos resistentes a sequía: tecnología nacional que pronto podría estar disponible

En momentos en que solo se habla de las cuantiosas pérdidas ocasionadas por la sequía en los cultivos en Argentina, cobra nuevamente relevancia un desarrollo nacional que podría marcar un hito en la producción. Se trata de las semillas HB4 de soja y trigo resistentes a sequía, desarrolladas por el grupo de Raquel Chan, investigadora superior del CONICET.

Ese logro fue nuevamente subrayado en un artículo publicado en estos días por el CONICET, que además informa sobre un nuevo desarrollo, esta vez, en las antípodas de la seca: genes tolerantes a la inundación.

Un desarrollo nacional
El trabajo ahora publicado recuerda que en 2012 el equipo dirigido por Raquel Chan logró repercusión internacional al desarrollar la primera tecnología transgénica desarrollada íntegramente en Argentina: la HB4.

Para esa misma época el doctor Federico Trucco disertó en la Jornada sojera cordobesa –organizada por la Bolsa de Cereales de Córdoba y Agroverdad- sobre “Nueva generación de biotecnologías para el cultivo de soja”, en la que detalló lo que era el incipiente proyecto.

Cabe destacar que en 2004 el CONICET y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) patentaron una construcción genética que contenía el gen de girasol Hahb-4 y lo licenciaron a la empresa argentina Bioceres conformando una alianza pública privada exitosa.

Si bien en octubre de 2015 se cumplieron todos los requisitos regulatorios que exige el Ministerio de Agroindustria, actualmente, en el caso del trigo, si bien ya se han logrado los dictámenes favorables tanto de CONABIA como de SENASA su liberación final se ve afectada por un cambio de política en la Dirección Nacional de Mercados Agropecuarios, cuyo dictamen teme por el impacto comercial de ser el primer país en el mundo en liberar un trigo de estas características.

Para el caso de soja HB4 en este momento se está a la espera de la aprobación en China porque hay un convenio internacional por el cual ninguna soja transgénica puede salir a la venta en Argentina si China no dispone su aprobación, porque es nuestro principal importador.

Vale mencionar, que en agosto del año pasado esta tecnología obtuvo una autorización clave en Estados Unidos.

La tecnología HB4: un hito nacional e internacional
La Doctora Chan, junto a su equipo, hace más de 15 años se propuso estudiar cómo las plantas se adaptan al medio ambiente sin saber que su desarrollo traspasaría las barreras de su laboratorio.

De esta manera, con la tecnología HB4 las plantas tienen una tolerancia superior en periodos de sequía y un rinde mucho mayor. Como diferencial este gen mejora la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés, sin afectar su productividad.

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“Eso no quiere decir que estas plantas crezcan en el desierto. Ningún ser vivo puede vivir sin agua, lo que hace esta tecnología es permitirles tolerar un lapso de tiempo mucho mayor con una ingesta de agua menor a lo largo de todo su ciclo de vida y una pérdida de rendimiento menor. O sea, dependiendo del nivel de déficit hídrico, una planta que no tiene la tecnología se muere o rinde muy bajo”, explica Chan.

El origen
Para ver el proceso que empezó con el estudio de cómo las plantas se adaptan al medio ambiente y que llevó a la tecnología HB4 hay que remontarse a la época cuando Chan junto a su equipo descubrieron un gen del girasol que confiere tolerancia al estrés por sequía, lo colocaron en una planta de Arabidopsis thaliana, que usaron como modelo de laboratorio, y obtuvieron buenos resultados.

El CONICET y la UNL -a través del IAL- hicieron una asociación exitosa con Bioceres, y producto de esta alianza estratégica llevaron adelante un proyecto que fue transformar plantas de soja, maíz, alfalfa, trigo y otros cultivos con el gen Hahb-4 y ensayar y ver si ese gen le generaba tolerancia a la sequía.

En 2012, se mejoró la tecnología original y se patentó el gen modificado HB4.

Más desarrollos futuros
Con el mismo modelo de trabajo, en el laboratorio el equipo de Chan halló algunos genes que en el sistema modelo generan características benéficas a nivel agronómico: tolerancia a la inundación, mayor biomasa, tolerancia a insectos, mayor producción de semillas.

“Las inundaciones tienen también efectos devastadores, las plantas se mueren por sequías, pero también por inundaciones. Encontramos al menos dos tecnologías que al introducirlas en las plantas generan tolerancia a la inundación”, sostiene Chan.

*Fuente: CONICET

3 comentarios

  1. Excelente, ojalá salga al mercado y que no sigan la política comercial de monsanto y demás semilleros con el cobro abusivo de regalías.

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