martes, 16 de abril de 2024
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Científicos rosarinos crearon una variedad de soja con vainas de 4 semillas

Un grupo de investigadores rosarinos pertenecientes al Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Zavalla perteneciente a la Universidad Nacional de Rosario (IICAR, CONICET-UNR) creó una nueva variedad de soja, Tango 4S, que produce vainas de 4 granos, un desarrollo inédito ya que actualmente el número promedio máximo de semillas de las variedades comerciales de soja es de tres semillas por chaucha, se informó en una nota publicada por Agrofy News,

“La transferencia al medio productivo era uno de nuestros objetivos. Queríamos que las investigaciones pudieran ser aplicadas al sector socioeconómico”, así comenzó explicando Eligio Morandi, investigador principal de CONICET y director del proyecto, en diálogo con Agrofy News. Junto a Carlos Gosparini, Nidia Montechiarini, Álvaro Quijano y Julieta Bianchi, todos docentes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR,  llevaron a cabo el proyecto de desarrollo de la variedad con sello argentino que a futuro impactará en el potencial de rendimiento y producción de la soja.

Nota del editor: en marzo de 2017, Agroverdad publicó una nota titulada: Sojas de 4 granos: una meta que se ha fijado Don Mario Semillas. Se refería entonces: “La soja de cuatro granos es una de las líneas que estamos desarrollando dentro de Don Mario”, nos dijo el Ing. Obdulio San Martín, Director de Negocios en Latinoamérica Sur de Don Mario Semillas, en el establecimiento La Toma, de la Universidad Católica de Córdoba.

Mejorar el rendimiento potencial
Según contó Morandi, el equipo de científicos viene trabajando hace años en la cátedra de Fisiología Vegetal, en diferentes temas relacionados al mejoramiento genético: “Hicimos distintos desarrollos y pusimos el foco en el componente rendimiento, que es el más importante de todos, el más grande y el más difícil.  El rendimiento depende de factores ambientales, de la genética  y del manejo que hacen los productores para sacar el mejor provecho de estos dos factores.  Nosotros nos ubicamos en la parte genética” y agregó: “Este desarrollo tiene impacto en el rendimiento potencial, es decir,  mejora la capacidad productiva de la variedad que tiene que ser colocada en las condiciones óptimas de producción”.

El director del proyecto destaca que trabajan no solo en producir frutos de 4 semillas sino que el objetivo es que la planta tenga un alto porcentaje de frutos de 4 semillas. En este caso, se lograron plantas que tienen entre el 65 y 70 por ciento de todos sus frutos de 4 semillas.

“Las plantas de soja tienen frutos de dos o tres categorías. En nuestro caso tenemos de tres y cuatro semillas, lo cual hace un promedio de 3,6 semillas por fruto en toda la planta. Lo importante no es tener unas pocas chauchas con 4 semillas, eso no cambia la ecuación, lo que necesitamos es tener el mayor número posible de chauchas con 4 semillas conservando el peso de la semilla, si no aumentamos un componente en detrimento del otro”,expresó el ingeniero agrónomo.

Consultado respecto a si esto tiene incidencia en el peso final, Morandi explicó: “De los dos componentes que impactan en el rendimiento que son el número de semillas por unidad de superficie y el peso unitario de la semilla, el que más impacta es el número de semillas, por lo tanto, al aumentar el número de semillas por fruto y el porcentaje de frutos por planta con alto número de semillas estamos impactando directamente en el componente número de semillas por unidad de superficie, ligado al rendimiento. Eso puede hacerse conservando el peso unitario o variándolo ligeramente, lo que importa es el resultado final”.

Un plus 
Según el director del proyecto, el objetivo final es que estas características se incorporen a germoplasmas elite que ya tienen buen comportamiento agronómico, para darles un plus más.

“Este conjunto de genes están en un germoplasma bastante bueno agronómicamente por lo tanto puede ser utilizado como padre en un programa de fitomejoramiento orientado a obtener plantas con alto porcentaje de frutos de cuatro. Nuestro objetivo final es ese, que se tomen estas características y que los semilleros lo incorporen a su germoplasma elite que ya tiene buen comportamiento agronómico para darles ese plus.  La idea es hacer convenios con empresas del sector que estén interesadas para transferirlo al germoplasma comercial lo más rápidamente posible”, expresó Morandi.

Acerca de si se incorporaron además genes de resistencia a factores ambientales y enfermedades, el docente de la UNR detalló: “En este germoplasma aún no hemos incorporado genes de resistencia a otros factores. La idea sería en un futuro poder agregarle estos genes de resistencia sin perder los de rendimiento. Es decir, desarrollar una variedad con alto potencial de rendimiento, lo que llaman los mejoradores como la parte ´ofensiva´ por la cual el productor la siembra y la resistencia a factores bióticos y abióticos, lo que llaman la parte ´defensiva´. Esa sería la variedad ideal”.

Otro punto que destaca el director es que estas características no son transgénicas, son genes de la soja que hemos ido acumulando para que se expresen en un germoplasma particular.

Propiedad intelectual
Morandi contó que esta variedad no se inscribe bajo el régimen de patentes, como podrían ser los transgenes, esto refiere al tema del germoplasma, que tiene que ver más con la propiedad intelectual.

“Hay que separar lo que es la parte de transgénesis que sí va por Ley de Patentes y la otra parte que es el germoplasma, es decir, los genes propios de la soja que hacen a la verdadera productividad y a la especie. Ese tema en Argentina es conflictivo y aún no está resuelto. Los propietarios de la nueva variedad son CONICET y la UNR y son los que tienen que negociar con empresas del sector para concertar una especie de arreglo y ver cómo se reconoce la propiedad intelectual cuando es oficial”.

Desarrollo de profesionales
Por último, el director del proyecto expresó quepersiguen un doble impacto en la transferencia: por un lado, al sector productivo y por otro, a la formación de futuros profesionales de grado y posgrado. “Creemos que este desarrollo finalmente hace que podamos tener un mejor nivel en cuanto a la transferencia de conocimientos”.

“Nos interesa la Ciencia Básica pero siempre estamos atentos a la transferencia al sector productivo y este tipo de proyectos la ventaja que tiene es que en este camino ya podés ir haciendo algunos aportes. Nuestro objetivo es llegar al 100 % de la planta pero lo que hay hasta ahora ya es utilizable”, concluyó.

Un comentario

  1. Excelente! Ojalá estos desarrollos que realmente son de utilidad y que pueden generar muchos beneficios en varios aspectos lleguen a ser una realidad en los campos. Con toda la difamación que hay en contra de los transgénicos y sobretodo con el uso del glifosato (única y exclusivamente) sería poner paños fríos en el asunto. Además no es descabellado pensar que detrás de la campaña ecoterrorista estén algunos semilleros que se beneficiarían con la prohibición del glifosato y la soja RR, por lo menos en Argentina, ya que de esta forma podrían introducir otras variedades con eventos de resistencia a dicamba y glufosinato por ejemplo. La gente contenta porque no existe más el glifosato y los semilleros también porque cobrarían regalías. En cuanto a los productores… a poner más $$$. A como van las cosas y la cantidad de declaraciones al fisco que hay que hacer, en un futuro no muy lejano, nos espera un brete derechito al pago de regalías. Por eso sería muy bueno que estos desarrollos salgan al mercado y compitan con quienes se creen dueños de las semillas y ningunean el trabajo del productor.

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