El bloqueo aplicado por grupos políticos, ambientalistas y algunos pobladores de la localidad de Malvinas Argentinas, al predio dónde en Córdoba se construye una planta de procesamiento de semillas de maíz de Monsanto, ha provocado una sucesión de pronunciamientos empresarios e incluso sindicales en contra de ese accionar que impide la continuación de los trabajos.
Por otra, una información difundida ayer por la redacción de la revista Punto a Punto, a partir de la consulta a otro medio periodístico que conversó con el Intendente de Malvinas Argentinas, da cuenta de que el funcionario tiene en su mesa de trabajo 2.000 curriculums de malvinenses que esperan tener una oportunidad laboral en la planta de Monsanto. HACER CLIC AQUI.
Al G6 (Grupo de seis de las principales cámaras empresarias de Córdoba), la CGT Regional Córdoba y otras entidades locales y nacionales, se sumó la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE).
Ésta manifestó su “su preocupación por el bloqueo que desde hace varios días obstaculiza el avance de la construcción” de la planta y repudia “toda forma de violencia” reivindicando “el derecho a trabajar y a manifestarse en forma pacífica dentro del marco de la ley”.
“Esta situación –agrega- pone en riesgo una oportunidad concreta de crecimiento, trabajo y desarrollo para la comunidad de Malvinas Argentinas y para el país”.
Agrega que CASAFE, como representantes de la producción, invita “al diálogo y confiamos que en el corto plazo la empresa pueda reanudar el plan de obra de este proyecto aprobado por las autoridades correspondientes”.
“El sector agroindustrial genera el 36% del empleo nacional que da lugar a la producción de más de 100 millones de toneladas de granos e implica un aporte de más del 40% de los recursos tributarios que recibe el Estado Argentino”, concluye.
