El informe de la CICCRA, que tuvo estado público ayer, señala que el atraso cambiario y las retenciones determinan que «el tipo de cambio efectivo que recibe la industria por cada dólar exportado sea de $ 4,12 por dólar».
Esa relación ha restado competitividad a las carnes argentinas, con la consecuencia antes apuntada.
Según Ciccra, medidos en res con hueso, en los primeros diez meses de 2012 se ubicaron en 153.136 toneladas (100.907 toneladas si se consideran como peso producto). Se trata de una caída de 28,7% versus igual período de 2011.
Las exportaciones ya son las menores de los últimos ocho años y van camino a ser las más bajas de los últimos once años. En 2001, en medio de la crisis por la reaparición de la aftosa, la Argentina colocó en el exterior en los primeros diez meses de ese año 133.000 toneladas con hueso, una marca levemente inferior a enero/octubre de 2012.
En Ciccra destacan que el 2012 dejará también a las exportaciones entre las más bajas de los últimos 50 años.
Según la entidad, el registro de los primeros 10 meses de 2012 se encuentra un 74,8% por debajo de igual período de 2005, el año en que la Argentina tuvo las exportaciones más altas desde fines de los años 70. En enero/octubre de 2005 se vendieron 608.000 toneladas equivalentes res con hueso, una cifra muy superior a las 153.136 toneladas de enero/octubre de 2012.
En retenciones, los productos termoprocesados tributan una tasa del 5%, mientras el resto de los cortes cárnicos paga un 15%, luego de la reducción que dispuso el Gobierno en abril pasado. Para la segunda mitad de 2012 se esperaba que avanzara con una disminución en los otros productos, pero eso nunca ocurrió.
Por la combinación de atraso cambiario y retenciones Ciccra reclama medidas que mejoren el tipo de cambio efectivo o un reintegro a la
exportación. «Necesitamos un tipo de cambio efectivo distinto, con algún mecanismo para que sea de 4,80 o 5 pesos por dólar», se indicó.
exportación. «Necesitamos un tipo de cambio efectivo distinto, con algún mecanismo para que sea de 4,80 o 5 pesos por dólar», se indicó.
El consumo per capita
El consumo por habitante de carne vacuna, en cambio, subió un 5,3% en los 10 primeros meses del año en comparación con igual período de 2011, ubicándose 57,9 kilogramos per capita. Si el cotejo se efectua con el período enero-octubre de 2008, cuando se registró la más alta marca de consumo interno, se coloca un 16,3% por debajo de ese año.
Además, en octubre último, el indicador fue de 53,4 kilos por habitante, tocando un piso histórico.
CICCRA sostuvo que la caída de exportaciones conduce a «una sobreoferta en un mercado interno muy poco demandante».
Esas situaciones convergen en el tan temido “aumento de la faena de hembras” y en consecuencia “una desaceleración gradual del ritmo de recuperación del stock ganadero que hasta octubre llevaba 30 meses”. La participación de hembras en la faena total fue de 41,7% en octubre, que revela una desaceleración del proceso que venía dándose en los últimos dos años y medio.
Ello explicaría que en los primeros diez meses del año se faenaran unas 500 mil cabezas más que en los primeros 10 meses de 2011, un aumento del 5,5 por ciento: cerca de 9,5 millones de cabezas en el periodo.
El dato también es revelador del «lento ritmo de avance sectorial, ya que la faena de enero-octubre de 2012 resultó ser la tercera más baja de los últimos 23 años (sólo superó a las registradas en los mismos períodos de 2011 y 1998)”, precisa el informe.
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