miércoles 07 de junio del 2023

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Directivo de Nidera opina que el precio del maíz tiene «potencial» para crecer o sostenerse doce meses

La compañía emitió un informe sobre la Jornada, cuyo contenido es el siguiente.

Nidera Semillas reunió el 23 de agosto en el Hotel Sheraton Pilar a un centenar de asesores y productores líderes con el objetivo de difundir los últimos conocimientos y seguir incrementando los rendimientos a campo del cereal. La empresa, siempre a la vanguardia del desarrollo de tecnologías agropecuarias, invierte 18 millones de dólares por año en investigación a nivel mundial, buena parte de los cuales se distribuyen en nuestro país, usina generadora de germoplasma de primera calidad.

Pablo Bergadá, Director de Nidera Semillas, estuvo a cargo de la apertura del encuentro, y explicó que la empresa trabaja en toda la cadena de valor, desde la producción de semillas y defensores agrícolas, a la producción de aceites refinados, proteínas, almidón y harinas, pasando por la molienda y el acopio. Asimismo, agregó que los esfuerzos en investigación y desarrollo son importantes y que ello se ve reflejado en los 105 mil plots de ensayos de maíz en 79 localidades, y en los 27 híbridos registrados y adaptados a los distintos ambientes que se le presentan al productor maicero, al punto que actualmente cuenta con el 26% del market share de maíz argentino.

«Siempre apuntamos a potencial de rendimiento: el que más rinde es el que elegimos. A partir de ahí, estamos trabajando mucho en la estabilidad, porque la tolerancia a vuelco y a quebrado en maíz es muy importante. En esta línea, la introducción de los maíces BT representa un cambio sustancial», destacó Bergadá.

Por su parte, Daniel Novoa, Director del Programa de Investigación de maíz de Nidera Semillas Entre los ensayos que realizan se cuenta la respuesta a fertilización, a densidades de siembra, a disponibilidad de agua. «Cuando salen al mercado, nuestros híbridos fueron evaluados en ensayos durante seis campañas, y con datos de todo tipo que están a disposición del productor. Buscamos generar un paquete integrado por el cual el germoplasma pueda alcanzar su mayor rendimiento posible», expresó.

Apuntar al manejo

Una de las primeras presentaciones técnicas fue la de Lucas Borrás, Dr. en Cs. Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario e investigador del Conicet, quien se refirió al manejo de las densidades. Desde su punto de vista, la elección de la densidad está condicionada por el ambiente y por el genotipo. «Cada semilla comercial tiene una densidad recomendada por fecha de siembra, por ambiente y por rinde esperado, y como hay muchas variaciones es importante preguntarle al semillero cuál es la óptima. De esa manera se puede reducir el costo que implica la compra de semilla», sostuvo. El segundo factor a tener en cuenta –indicó- es el ambiente, pero en este caso la complicación pasa porque la densidad óptima se modifica de ambiente en ambiente, y tanto superarla como quedar por debajo genera una merma en el rinde. «Los ambientes de baja productividad tienen valores de densidad óptima menores que los ambientes de mayor calidad», ejemplificó.

A su turno, el especialista en fitopatología de FAUBA Marcelo Carmona ofreció una charla sobre roya y tizón, dos enfermedades de hoja del maíz que pueden generar pérdidas de hasta el 40%. Como medidas de manejo, destacó la resistencia genética y el control químico con fungicidas, «pero a éstos deberíamos utilizarlos sólo cuando se justifique ambiental y económicamente. Para esto, tenemos que estimar la merma que la roya nos estaría generando, y calcular si vamos a incrementar nuestro retorno económico», consideró, y sugirió no guiarse por el porcentaje de plantas afectadas sino por el nivel de severidad, que se mide contando el número de pústulas por hoja con el porcentaje de Peterson.

Inmediatamente después, la fitopatóloga de Nidera Yanel Belich mostró las enfermedades de espiga y tallo en maíz, y consideró que para evitarlas conviene trabajar con híbridos tolerantes, rotar y realizar una fertilización balanceada, ajustar la densidad a la zona, hacer un control de los insectos de suelo y un monitoreo de podredumbres para definir la época adecuada de cosecha.

Desde el INTA Pergamino llegó el Ing. Juan Carlos Ponsa para disertar sobre el control de malezas en el barbecho, quien propuso evitar los problemas mediante la utilización de distintos graminicidas –siempre con aceite, que potencia su efecto- y realizar un «doble golpe» a los diez días con Paraquat u Ocerillo (Paraquat + Diuron) para evitar el rebrote. Respecto del manejo en el barbecho, recomendó comenzar a hacerlos a partir de mayo o junio. «Con la aparición de distintos tipos de malezas, si nos vamos a barbechos tardíos ya no las controlamos más, entonces es conveniente aplicar un herbicida con eficacia de control, siempre de la mano de un residual para lograr persistencia y disponibilidad en el suelo», afirmó.

En ese sentido, mencionó la aplicación de la combinación de glifosato más metsulfuron 60 días antes de la siembra de maíz o soja. Pero los días deben contarse a partir de una lluvia de 50 mm como mínimo, porque de lo contrario queda en superficie sin incorporarse al suelo.

Tiempo de siembra

Alfredo Cirilo (INTA Pergamino) tuvo a su cargo una de las charlas más esperadas: las experiencias con maíces tardíos que vienen cambiando los planteos. «En fechas muy tempranas el riesgo son las heladas, que el maíz no tolera, mientras que el problema de los maíces tardíos es la reducción del rendimiento potencial del cultivo», explicó.

A la hora de evaluar los beneficios de sembrar entre octubre y noviembre destacó la posibilidad de minimizar los riesgos de heladas, pero también que se incrementa la seguridad sobre una siembra con perfil lleno. «Sin embargo, las tardías implican menor coeficiente de radiación solar y de temperatura, y en consecuencia menores rendimientos potenciales. Los ensayos indican que en Río Cuarto, los niveles de rendimiento potencial –sin limitación hídrico-nutricional- caerían 5 quintales por hectárea por cada mes de atraso, desde una fecha de siembra de octubre», destacó.

Ajustando los equipos

Gustavo Turri (Universidad de Belgrano) fue el experto a cargo de la actualización en maquinaria. Desde su punto de vista, incorporar una siembra con dosificación neumática es una decisión impostergable. «A diferencia de la dosificación mecánica, donde hay roce, en el caso de la neumática la semilla es sostenida por un colchón de aire, lo que reduce notablemente el roce».

Entre las innovaciones que anticipó mencionó los pulmones neumáticos, resortes combinados con amortiguadores que adaptan la presión a la condición del suelo y mantiene constante la profundidad de siembra; el corte neumático o eléctrico por línea de siembra que permite evitar superposiciones en cabeceras y generar un ahorro de semillas de entre el 5 y el 10%; y los GPS con margen de error menor a 2,5cm. A futuro, anunció que la siembra en twings row (doble hilera) es una alternativa para investigar.

Por su parte, el Ing. Martín Pasman (IRRI Management) se refirió al potencial del riego en Argentina. «La falta de agua limita la producción de alimentos más que cualquier otro factor aislado. Si la población del mundo va hacia un mayor consumo de proteína, mayor agua vamos a necesitar», aseguró. «En el mundo, el 40% se produce bajo riego, y buena parte es por el sistema gravitacional, con una eficiencia muy baja, del 30%, de modo que si incrementamos la eficiencia de los sistemas, con la misma cantidad de agua vamos a poder crecer en superficie y en producción», indicó, al tiempo que mencionó que el potencial en nuestro país es que 16 millones de hectáreas estén bajo riego, en 10 de las cuales sería de riego complementario.

Un futuro volátil

El director comercial de Nidera, Miguel Mayer Wolf, compartió su análisis del futuro económico del maíz. «La cosecha en Norteamérica es la que fija la tendencia general del mercado de maíz. Brasil y Argentina han ido incrementando sus producciones, pero aún no está garantizado que Brasil siga creciendo y se convierta en un productor grande, y Estados Unidos sí fija precios a partir de sus cosechas. Hoy el mercado es volátil como producto de la sequía en Australia, Sudamérica y Estados Unidos», sostuvo.

Desde su punto de vista, el rinde de maíz será menor al previsto por el USDA, algo que afecta notablemente al negocio avícola y a la producción de etanol norteamericana. «No soy negativo con los precios, aunque creo que habrá un aumento de la volatilidad de los precios y no puede pasar nada malo en el clima en Sudamérica ni Europa en los próximos doce meses. Y desde el punto de vista de los próximos doce meses, el maíz tiene potencial de seguir subiendo o de mantenerse», estimó.

Para el cierre, el editor del suplemento Rural de Clarín y moderador de la jornada, Héctor Huergo, ofreció su balance y análisis del futuro del maíz. «El mercado climático mostró que a medida que se incrementó la sequía, los precios aumentaron un 60%. En mis cuarenta años de vida periodística nunca había visto una situación de stocks globales inexistentes y sequía en uno de los principales productores», afirmó.

Desde su punto de vista, la carencia de stocks es producto de dos factores: el alza en el precio del petróleo, que motivó que se desarrollara el etanol –producido con maíz- y la transición dietética, que consiste en que el alza de la calidad de vida en los países asiáticos motivó que buena parte de su población comenzara a consumir proteínas animales. «Si bien con medio kilo de polenta se alimenta una familia, un pollo –que también alimenta a una familia- lleva 5 kilos de maíz. Esta es otra de las razones para la reducción de stocks: va a haber una explosión de los precios de los derivados de los granos básicos, como la leche, los cerdos, la carne o el petróleo, todo como producto de los recursos alimenticios básicos», opinó.

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