Se dice que es el primer juicio de este tipo en el país.
Se trata del conocido caso de Barrio Ituzaingo anexo, cuyos pobladores responsabilizan a las aplicaciones de agroquímicos de que se haya registrado allí una numerosa cantidad de casos de cáncer y afecciones respiratorias.
De todas maneras, se ha señalado –y esta es parte de la defensa de los productores agropecuarios- que en la zona habrían obrado toras causas que no han sido debidamente investigadas, incluso anteriores a la existencia del barrio o a la autorización dada para la construcción de viviendas en el lugar.
Los abogados de los productores también argumentan que éstos no han violado las normas sobre agroquímicos que rigen para lugares poblados cercanos a los campos ni sobre el tipo de productos que deben usarse. Los pobladores que se manifiestan damnificados sostienen todo lo contrario.
Una y otra parte, vale decir sectores de los habitantes del barrio y del sector agropecuario, han anunciado manifestaciones de apoyo, unos a la acción judicial, otros en apoyo de los productores. Aunque cabe destacar que tienen mayor amplitud las movilizaciones de «ambientalistas» y también mayor difusión.
Esto último, valga como nota a ser tomada en cuenta por productores y el ámbito agropecuario en general.
Nada o muy poco se ha señalado sobre el avance de áreas urbanas en terrenos hasta hace pocos años de uso agropecuario, lo cual ocurre tanto en los suburbios de Córdoba como en general de los pueblos del interior de la provincia –y no solamente de Córdoba- que, por sobre todo, evidencia una anarquía urbanística en la que no se repara.
El episodio también debiera ser útil para revisar lo que se hace bien o lo que se hace mal en el campo.
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