En una cartilla informativa, se señala que aproximadamente 10 a 15 días antes de la cosecha las espigas, hojas y tallos comienzan a virar al color amarillento, lo que es índice de que la planta ha completado su madurez fisiológica, es decir que el grano se encuentra en estado de pasta semidura con alrededor de 40% de humedad.
Pasado ese momento y cuando el grano tiene entre 30 y 35% de humedad (alrededor de 1 semana antes de la cosecha), el productor puede comenzar a extraer muestras representativas cortando entre 300 y 400 espigas al azar recorriendo todo el lote.
Así podrá determinar el contenido de proteína, acerca de lo cual ofrece precisiones el trabajo del INTA Marcos Juárez.
Además, el informe recuerda la categorización de los trigos en tres grupos, consensuada en el Comité de Cereales de Invierno de la CONASE, que es la actual clasificación oficial basada en el peso hectolítrico, proteína en grano, rendimiento de harina, cenizas, % de gluten húmedo, fuerza panadera o W del alveograma, estabilidad farinográfica y volumen de pan.
El productor, interesándose y ocupándose por esta clasificación de la producción triguera por nivel de proteína y por grupos de variedades según su calidad industrial, contribuiría a mejorar su rentabilidad y colocación de la cosecha. Lo mismo vale para los comercializadores primarios (acopiadores y cooperativas).
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