En uno de sus capítulos, el trabajo hace hincapié en los numerosos casos de incendio de la cosechadora durante la cosecha.
«Este tipo de siniestros es iniciado y ocasionado normalmente por chispas del motor, el recalentamiento del mismo u otras partes de la máquina que toman contacto con la paja, granza o borba que se acumulan en el ambiente que rodea la cosechadora, especialmente en la zona del motor», apunta el informe.
Por otro lado, considera que «en los últimos años la oferta tecnológica del parque de cosechadoras en Argentina se ha visto revolucionada con la llegada de los cabezales con alimentación por lonas o Draper».
Y para tornar ostensible el todavía importante volumen de pérdidas en la tarea de cosecha, el trabajo las cuantifica en casi 100 millones de dólares o alrededor de 400.000 toneladas.
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