El impuesto que se aplicará a partir del año que viene será de 8 dólares por hectárea a los propietarios de entre 2000 y 5000, de 12 dólares, para los predios de entre 5000 y 10.000 hectáreas, y de 16 dólares por hectárea para las extensiones de más de 10.000.
La noticia publicada ayer por el diario La Nación, señala:
En momentos en que la Asociación Rural del Uruguay (ARU) está enfrentada al gobierno por una propuesta de aumento de impuestos, la clausura de la tradicional muestra Expo Prado terminó con discursos que dejaron en claro las discrepancias, pero con aplausos mutuos.
Primero el presidente de la gremial rural, José Bonica, y luego el jefe de Estado, José Mujica, cerraron sus respectivos discursos con un mensaje de unidad y un «¡viva la patria!».
En la primera fila del palco oficial del Prado, se alternaban dirigentes de la ARU, con el vicepresidente, Danilo Astori, y el ministro de Economía, Fernando Lorenzo. Inicialmente ambos se opusieron, en la interna del gobierno, a la propuesta de Mujica de imponer un tributo a las grandes extensiones de tierras, pero luego acompañaron su proyecto por lealtad institucional y política.
El mandatario uruguayo pretende aplicar un impuesto de ocho dólares por hectárea a quienes tienen entre 2000 y 5000; 12 dólares, para los propietarios de entre 5000 y 10.000 hectáreas, y 16 dólares de impuesto por hectárea, para los propietarios de más de 10.000.
En nombre de los productores, Bonica recordó que el gobierno se había comprometido a defender la inversión privada sin cambios de reglas, y dijo: «El impuesto no afecta a todos los sectores por igual, ya que hay uno que queda disminuido que es la ganadería».
Bonica utilizó argumentos del propio vicepresidente Astori. «No es bueno para la imagen del país…, señor presidente, no es bueno», dijo Bonica. Y, aplaudido, saludó con respeto al jefe de Estado, que tomó la palabra.
Mujica leyó entonces el discurso de su ministro de Ganadería y Agricultura, Tabaré Aguerre (ausente por razones de salud), y luego, subrayó: «Yo soy el responsable intelectual de pedirle a la gente fuerte de mi país que ponga unos pesos proporcionalmente porque creo que pueden, porque la gran propiedad tiene responsabilidad social». «Sueño con un país de clase media y por él peleo; un país consustanciado y metido en sus raíces. No soy enemigo de ustedes, ustedes son parte de este país. En mi país los precisamos a todos. ¡Viva la patria!», dijo el presidente