El informe señala que “en abril, un importante diario de circulación nacional publicó una nota en donde se aseguraba que habría subas en los valores de arrendamientos agrícolas de entre el 10 y el 20% para la campaña 2011/12. Marca Líquida Agropecuaria hizo una ronda de consultas en Córdoba y verificó que los agricultores cordobeses no avalan subas de ningún tipo”.
CABE APUNTAR QUE AGROVERDAD y su sitio en internet www.agroverdad.com.ar, si bien publicó esa información, subrayó expresamente que se refería a “las mejores tierras de la Pampa Húmeda” y que, por consiguiente, no implicaba a los predios ubicados en la Provincia de Córdoba, que en su mayor parte –salvo el Sudeste- se encuentran en regiones de condiciones agroecológicas distintas.
REPRODUCIMOS A CONTINUACION EL INFORME DE NUESTROS COLEGAS DE MARCA LIQUIDA.
Análisis de la situación
La reunión de
Los productores presentes construyeron un cuadro de situación que puede resumirse en los siguientes puntos:
•La campaña que estamos finalizando se caracterizó por la alta variabilidad de rendimientos, con lotes que produjeron valores mucho menores a los peores resultados conocidos –sojas de 900 kg/ha en el corazón agrícola cordobés– y otros que alcanzaron valores cercanos a los máximos históricos.
•Los costos de producción se incrementaron fundamentalmente por el precio de los combustibles y la mano de obra.
•Los resultados obtenidos se distribuyeron entre casos de quebrantos leves hasta casos en que se obtuvo la rentabilidad proyectada. El promedio “salvó la ropa”, manifestó un productor de Río Primero.
•Se esperan subas en los insumos vinculados con el valor del petróleo, fundamentalmente fertilizantes.
•No hay un pronóstico claro respecto de las precipitaciones esperadas para la próxima campaña, ya que algunos climatólogos esperan el ingreso a un período climático neutro y otros no están convencidos de que eso sea un hecho consumado.
•El trigo sigue siendo un negocio que genera mucha incertidumbre y en muchos casos no se sembrará, frente a rentabilidades proyectadas como de equilibrio –no se gana ni se pierde–, priorizando en esos casos la preservación de la humedad en el suelo para los cultivos de primera.
•La entrada en un año electoral, en el cual se sembrará con un gobierno y se cosechará con otro, agrega un factor de incertidumbre adicional.
•Los valores de los arrendamientos se ajustaron los últimos años, llegando en la mayoría de los casos a cifras razonables para ambas partes. Muchos productores decidieron en ese momento dejar algunos campos a donde el riesgo era demasiado alto; hoy nadie estaría dispuesto a modificar esa situación de equilibrio.
Modalidades de renovación o contratación
Sobre la base de este análisis de la campaña, los miembros de este grupo, lejos de avalar subas, se encuentran intentando renovar los arrendamientos en las mismas condiciones que se pactaron para la campaña pasada. Uno de los principales argumentos que manifiestan a tal fin, es que a igualdad de quintales por hectárea, actualmente los propietarios obtienen un monto en pesos o dólares considerablemente superior a la campaña anterior.
Algunos productores han conseguido cerrar los contratos aceptando tomar como piso de precio los valores actuales. Con ese arreglo el propietario se garantiza cobrar la parte que corresponde pagar a cosecha –entre el 40 y el 60%, según el caso–, al mejor valor que surja entre el actual y mayo de 2012. Quienes aceptaron esta condición utilizan herramientas de cobertura de precios que les permiten cubrir la diferencia entre el valor actual y el futuro, si los precios bajan. Por otra parte, el propietario de la tierra puede capturar las subas si la relación se presentara al revés –precio más alto en mayo de 2012–.
Otra herramienta de negociación que están utilizando los agricultores es ofrecer un incremento de la superficie destinada a maíz, ya que los precios actuales acompañan a este cultivo y se puede aprovechar para mejorar la calidad de las rotaciones, asumiendo que el maíz requiere de una inversión considerablemente mayor.
Los productores finalizaron los comentarios manifestando cierta molestia con algunos medios de difusión de nuestra provincia, que se limitaron a reproducir una nota hecha en la provincia de Buenos Aires, transpolándola a la realidad de Córdoba sin hacer las consultas que el tema merecía.
Otras regiones
Los comentarios recogidos en Monte Cristo se repitieron casi sin variaciones en cada una de las consultas realizadas. En los extremos norte y sur de la provincia la sequía fue mucho más dura y se produjeron innumerables casos en los que el resultado económico fue negativo. En esas regiones los propietarios se han mostrado menos reticentes a la hora de renovar los contratos en las mismas condiciones que la campaña pasada.
Otro valor de referencia interesante a seguir ha sido el valor de las ofertas en las licitaciones públicas que cada año hace el Ejército por sus tierras agrícolas. Las que ya hicieron apertura de sobres mostraron valores promedio idénticos a la campaña pasada.
Conclusiones
La tierra agrícola sigue siendo el bien más escaso entre los factores de la producción y muchos agricultores cordobeses se encuentran en condiciones de crecer la superficie a trabajar cada año. Esa realidad es un factor “alcista” para los precios de los arrendamientos agrícolas y los propietarios de la tierra lo utilizan a la hora de negociar.
El crecimiento explosivo de la agricultura en la provincia de Córdoba ya se produjo y los fuertes quebrantos de la campaña 2008/09 dejaron su huella. Muchos “nuevos actores” en el negocio agrícola lo abandonaron y el nivel de profesionalización de la agricultura es cada día mayor. Son justamente estos nuevos profesionales de la agricultura los que conocen perfectamente el límite en que el riesgo del negocio se convierte en temerario, y no avalan valores mayores a los actuales.
Los propietarios de la tierra han comenzado a valorar no solamente la solidez económica de quien debe pagar el arrendamiento, sino también la calidad del manejo que el productor hace con su tierra. Plan de rotaciones, fertilización de reposición y manejo de malezas son actualmente factores determinantes a la hora de optar por un arrendatario u otro. En algunos casos los propietarios sacrifican algún quintal de ingreso a cambio de tener un buen agricultor en su campo, lo que debería recibirse como una muy buena noticia.
Todo parece indicar que en Córdoba las negociaciones por los arrendamientos de la tierra agrícola seguirán un rumbo muy distinto a los de las provincias vecinas.
Fuente: Prensa – Revista Marca Líquida Agropecuaria